O Corvo

Enquanto estava no alto da torre do castelo, um bando de corvos negros sobrevoavam o meu lanche. Estava mesmo a abrir a boca para o meu primeiro bocado quando um deles abalançou-se sobre mim para obter o seu. Os grupos de turistas andavam longe no museo abaixo. A solidão daquela torre era partilhada pelo corvo e deixei-me roubar pela lei do mais forte. Para que desaparecesse lancei o meu lanche ao fosso. O corvo voo em queda livre para o fosso mas o resto do bando ainda estava a olhar para mim e decidi lançar também o meu anel e todos foram à sua procura deslumbrados pelo raio de luz dourada. Abri o meu guarda-chuva e reparei no céu, na nuvem preta que vinha. Assomei a minha cabeça pela torre e vi um dos corvos com o bico presso pelo anel sem conseguir abri-lo para comer o meu lanche.

Sobre el suicidio y la moral de lo absurdo

Quiero morirme. Mejor dicho, quiero decidir cuando muero. Tirarse desde un veinteavo o pegarse un tiro en la sien están en el top de los suicidios, pero en esta ciudad es demasiado difícil encontrar una pistola o un edificio demasiado alto para hacerse papilla. Puede que esto sea una excusa, pero me gustaría que fuera algo fácil. ¿Por qué dejar que la muerte decida por nosotros? ¿Si el ser humano está a la deriva en su vida, qué mínimo que decidir cuando acabar con ella? Los nudos que aprendí en los boyscouts se me han olvidado, ahora me servirían para colgarme. ¿Y los que quedan en la Tierra? ¿Cómo se sentirán? HORRIBLE. Pero el tiempo es relativo, el universo se expande y luego implosionará. No es una invitación a suicidarse en masa, pero ¿por qué no es moral hacerlo? Una proeza sería suicidarte ingiriendo litros y litros de agua o apretar tan fuerte tu nariz y cerrar tanto la boca hasta quedarte sin oxígeno y morir. Si los anuncios publicitarios en las carreteras y en la televisión fueran sustituidos por notas de Kafka o Kierkegaard lo haríamos constantemente, competiríamos por tener la mejor forma de suicidio, la más innovadora, la más cara, y suicidarse sería un "estilo de vida". Dios nos está robando descaradamente los mecheros. Tiene una gran colección en casa. No es consciente de que lo hace, pero nos molesta.
Como todavía no he tenido el placer de conocer a alguien por el que suicidarme por amor, me conformaré con hacerlo por mí mismo y a modo de dar un "sentido a mi vida". ¿Alguien le ha preguntado a tus sobrinos si les gusta esos lazos rosas y esas calzonitas a juego con los calcetines? Aguantar la vida es un proeza y una decisión interesante que puedes adoptar, pero tendrás que ser consciente de ese sufrimiento a cada segundo. No puedes engañarte a ti mismo con la felicidad. Si Dios nos devolviera los mecheros que nos ha robado y que guarda sin saberlo, estaría diciéndonos mucho más: el cielo existe y no hay mecheros en él. Yo aprovecharía para preguntar: ¿Por qué la tecnología no ha llegado a los carritos de la compra? ¿Siempre hay que ir vestido de blanco? ¿Si a la derecha está el Padre, yo donde me siento?.
¿Y si la Muerte te pilla en un momento ridículo del día? ¿En plena lectura en el baño, por ejemplo? ¿No será mejor decidir morir después de un momento interesante de tu vida? Morir durante el acto sexual, por ejemplo. ¿Dónde nos llevaría esa mezcla de orgasmo y muerte? Todos sabemos lo que es estornudar y eructar a la vez: un lío. Para las personas que tengan mucho dinero ¿Comer dinero hasta reventar? ¿ahogado por una montaña de monedas de un céntimo? Convertir el acto suicida en una obra de arte puede que te lleve a la posteridad. En los veinte Duchamp podría haberte tirado un urinario a la cabeza. Todos es tener contactos en el mundo del arte. ¿Eutanasia con arte? ¿Inmolación con técnica mixta? Morir por amor al arte sería morir por una causa noble. Suicidarte por una causa noble es una estupidez noble. Suicidios para denunciar injusticias sociales, huelgas de hambre por asuntos políticos. Los suicidios por asuntos nobles tendrán portadas en todos los periódicos del mundo ¿Qué perfil darás: el derecho o el izquierdo? ¿Quién podrá hacer la pose de las estrellas en la alfombra roja, mientras, no sé, se embadurna con su perfume favorito y se prende fuego? Hacer del suicido un tema superficial es un asunto serio. Preferimos dejar que la Muerte nos alcance, nos atrape y se haga un bocadillo con nuestros cuerpos. ¿Qué decir del suicidio de la Muerte?
Las cartas de suicidio son la comidilla de los grafólogos, junto a las recetas de los médicos y las firmas de los políticos en procesos judiciales. Una carta de suicidio de dieciséis páginas, por ejemplo, demuestra verborrea y una capacidad de ensayista en potencia. Si las cartas de suicidio van dirigidas a una sola persona, será una de las peores herencias. Post-it debería hacer una línea específica para notas de suicidio. Notas como "Me voy a buscar el paraíso" o "Me voy: no olvides dar de comer al conejo vietnamita y regar las plantas". ¿Alguien de la sala conoce a alguien que se haya suicidado siendo feliz? El agobio de las grandes ciudades, el estrés y las compañías de telefonía francesa pueden ser algunas de los motivos por los que se crean emociones negativas y llevan a la población a suicidarse. Pero cuando tu estado es pletórico, desayunas champán y tienes una vida que los demás consideran perfecta ¿por qué no hacerlo? Al llegar a la cúspide de la pirámide de Maslow, en ese momento en que le alpinista llega a la cumbre, ya no queda más que descender e ir a peor.
Llegar al "hilo de plata" por sobredosis de barbitúricos, alcohol y demás drogas también es una opción, pero la digestión es mala. Es como un mal vuelo. Quizá el turismo de suicidio sea un nicho de mercado: grandes fotos del paraíso, florido, gente volando en túnica. Ya existen predicadores que son buenos publicistas. Si te gustan más los viajes culturales el harakiri es una opción exótica de hacerlo. Si sólo tienes una navaja suiza a mano ¿cuanto tardarás en decidir que herramienta utilizar? ¿aprovecharás para limarte las uñas antes?
Ahora imaginad que hay una ola de suicidios de ancianos que han decidido en masa que no quieren que les alcance la Muerte y que están cansados de este absurdo de vida en la que a esa altura sólo regurgitan el pasado. Se tirarían a las obras como lemmings, provocarían avalanchas en las colas de los supermercados a posta, apretarían sus fajas hasta dejar de respirar.
No tengo la certeza de que el suicidio sea la mejor "forma de vivir" sólo planteo la cuestión moral de por qué no hacerlo y continuar viviendo, esperando en unos casos encontrar más tarde "El Paraíso", "La Nada" u "Otra vida".
¿Planear el suicidio? ¿apuntarlo en la agenda? ¿supone estar ocupado durante todo ese día? ¿hacerlo antes para no pillar colas en el agujero de gusano?
Nota: tu suicidio no debe implicar la muerte de otras personas ¿tirarse al metro y descarrilarlo? ¿Por qué hacer perder el tiempo a la gente? Cuando te suicidas tienes que saber que no podemos hacer nada con respecto a nuestro cuerpo. Se puede incluir un anexo a la nota de suicidio pero las cenizas pueden acabar en cualquier parte. Si te suicidas cerca del crematorio de tu ciudad ahorrarás costes a tu familia ¿El suicidio puede ser considerado? ¿Por qué es una liberación para uno y un engorro para el resto?

Gente que hemos dejado por el camino

Ya ni siquiera tengo vuestros teléfonos
Pienso fuerte en vuestras caras
Siento el amor que tengo al pensar en lo que os quise
Se me traba la lengua al pronunciar vuestros nombres
Pensando en si colocar vuestras fotos en las paredes
Quizás aparezca como secundario en algunos de vuestros sueños.

Dálmata

Acaricio su lomo duro como tabla de ajedrez desteñida,
blanco sobre negro sobre blanco, el cuerpo del poema, tenso
tachado y puntuado, desapareciendo en la ladera, morro enraizado
y vuelta a la porcelana fina y fría cuando duerme
porque está borracho de campo.

Chaqueta de tweed

Cuando me resguardé detrás de la cortina me di cuenta de que era el momento perfecto para recrearme en mis elucubraciones. Quería sacar algunas conclusiones de lo que había ocurrido en los últimos años. Pensé que al menos tardarían dos horas en encontrarme o quizá varios días. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan tranquilo. Nadie, exceptuando yo, sabía dónde me encontraba. Tenía mucho calor y unas gotas de sudor recorrieron mis brazos hasta llegar a mis manos. Rectas y pegadas al cuerpo. Sólo tenía que ordenar los pensamientos por importancia y reflexionar sobre ellos uno a uno hasta agotarlos. Tuve el impulso de querer quitarme la chaqueta de tweed pero tuve miedo de que me descubrieran y no poder disfrutar de aquel momento. ¿Dónde dejaría la chaqueta de tweed en el caso de quitármela? Me descubrirían si la vieran colocada sobre el sillón. Estaría obligado a salir de detrás de la cortina, abrir el armario y colgarla en una de las perchas que hubiese libres. Otra gota cayó cosquilleando mi pecho. El estampado de la cortina hacía juego con mis calcetines. El sonido del pendulo del reloj de pared me relajaba. Fuera, el ficus centraba la atención a primera sobre la pared donde me encontraba, y eso me beneficiaba. Fijé mi mirada en el suelo y reparé que las puntas de mis zapatos oxford sobresalían de la cortina y en un impulso, abrí mis pies en una primera posición de ballet. Entonces decidí que era el momento perfecto para recrearme en mis aprehensiones.

Pizzicato


-         ¿Qué tal el violín?
-         Muy bien, pero lo he dejado en casa.
-         He pensado tantas veces en ti.
-         ¿En serio?
-         Sí, desde que me rechazaste aquel día.
-         Lo siento.
-         No me importó, la verdad es que ni siquiera lo recuerdo bien.
-         (…)
-         (…)
-         Sabes, este sitio está lleno de gente malvada.
-         ¿Sí?
-         Han robado la chaqueta a mi amiga.
-         ¡Oh!
-         Y acaban de decirme que no se me ocurriera tocarles.
-         No merecen la pena.
-         En realidad, aquel día me gustaste porque me pareciste muy británico.
-         Gracias.
-         Y me gustó mucho la chaqueta que llevabas puesta.
-         Gracias.
-         Mis padres dicen que mi chaqueta es como un saco de patatas.
-         Gracias.
-         ¿Podrías darme un abrazo?

Hei se de Chun tian

Hua he wo de yanlei Hei se de chun tian Yanjing cai hong. Wo zai chi wo de shu Shou gou hui lai. Sanshi ci yi wo de sui Mingtian jiu kafei. Xibanya chun tian. Chuquu! Gushi ma! Wo bu yao wan niu. Tushuguan tian Hua hua xing xing Ni zhi zai nali? Hua hua qin quin Xiaojie chun tian. Wo bu qu ni de chu zhu che Chuqu! Taiyang!

Lista de palabras que he encontrado escritas en uno de los cuadernos de mi padre para ser buscadas en el diccionario para su exacta definición

Molécula
Neurálgico
Pócima
Bagatela
Funesto
Preservar
Sazón
Ratio
Onza
Bardo
Homicidio
Ensueño
Inefable
Indolente
Prepucio
Azimo
Dintel
Holocausto
Escribano
Regaliz
Leguminosa
Vesícula
Efod
Adulador
Obelisco
Lisonjeo
Sardónico
Soliloquio
Trocado
Seudónimo
Hiperbólico
Edipo
Vestal
Coetáneo
Antiácido
Genealogista
Tropo
Veleidoso
Ceballos
Dogal
Aura
Consciencia
Apnea
Queratina
Diáfano
Alféizar
Adefesio
Cactácea
Alud
Linóleo
Oclusión
Comezón
Rebullo
Quimera
Fálico
Ocluir
Varado
Savia
Definir
Axón
Filiforme
Estadística
Utopista
Liberal
Disidente
Hirsuto
Genoma
Inmunidad
Fluctuar
Repelús
Falible
Catarsis
Senilidad
Arbotante
Iris
Descripción
Ebúrnea
Lúdico
Proletariado
Azuela
Laico
Bonete
Promiscuo
Agnóstico
Albedrío
Albino
Azocar
Adefesio
Amnesia
Antílope
Aborto
Ajada
Azogado
Ambrosía
Ameno
Agio
Autóctono
Bramante
Candor
Citoplasma
Contemporáneo
Crepitar Ángulo
Comezón
Circuncisión
Decibelios
Dislexia
Discernir
Diagrama
Endogamia
Dogal
Ensueño
Edulcorante
Ecología
Eufemismo
Epigastrio
Emperifollar
Etimología
Eyaculación
Equidad
Etílico
Escrachar
Ebúrnea
Famélico
Flebotomía
Falible
Faltuza
Ficus
Funesto
Genoma
Grima
Galdosiano
Inmunidad
Incesto
Imputado
Insolvente
Levadura
Linóleo
Lóbrego
Libra
Ijada
Ictericia
Irisar
Inquina
Inocuo
Leguminosa
Libidinoso
Masonería
Mancebo
Jirones
Lucrativo
Libación
Ninfomanía
Onza
Óvulo
Oblea
Oxoniano
Oblonga
Mojama
milla
Malvasía
Miología
Paranoia
Poluto
Prófugo
Plagio
Pederastia
Políglota
Queratina
Raciocinio
Refrendar
Repelús
Rala
Saña
Senilidad
Supresión
Sima
Timorata
Sucedáneo
Somnolencia
Trocado
Testaferro
Toxina
Ungir
Vestiglo
Varadeo
Veleidoso
Verborrea.



Mingtian

Jintian, xiaban wo mai yi hei se de maozi yinwei wo leng. Wo zoulu jie he wo chi chaomian he chaofen. Daxue you hen duo xuesheng xianzai.Wo xihuan xuexi keshi wo yao hui lai he shuijiao. Wanshang wo yao gen tamen de nan de pengyou keshi wo xiang he lu se de cha gen wo de jiejie. Ta luyou hen duo he ta shuo putaoya he fayu hen hao. Wo ai ta duoshao. Mingtian wo hui kai Baceluona. Wo qu le Baceluona san ci. Wo you yi nan de pengyou nali. Wo hui dai duoshao yifu he yi qiao keli dangao. Wo fangjia. Shi yue qian wo bu fanjia. Yi yue shi hen chang he wo yao du, xie he xuexi danshi wo hui dai wo de diannao.

Peluquería III.



Desperté de un sueño en el que estaba charlando en la cama con Benjamin Biolay.

- ¿Está bien la temperatura del agua?
- Eh--eh…sí, gracias.
- Pasa por aquí.

Me sentó en una silla que podría girar sobre sí misma. El peluquero no me preguntó que quería, se dispuso a cortar directamente la melena. Las tijeras como prolongación de su pene. No miré en toda la sesión al espejo.

- Eres muy guapo – me dijo-.
- Gracias.

Pensé que en un mundo ideal eso supondría un plus y que el corte de pelo me saldría gratis. Apareció en escena Perdita (supe su nombre porque lo tenía bordado en la solapa) y me vi sorprendido en medio de una una máster-class sobre mi cabeza.

- Éste es el undercut.
- ¡Qué guay! – gritó Perdita.

Yo sentía que no estaba ahí del todo, que todavía estaba en la cama con Benjamin Biolay. Más que nunca como un maniquí.

- Es el corte de la nueva temporada.
- (¿Cuál será el de ésta?) -me pregunté.

Casi tocando mi barbilla con el pecho, el peluquero comenzó un interrogatorio sobre mi vida personal. Y para reducir ese interés y en un acto de abulia, arranqué a hablar y a hablar mientras de mi cabeza saltaban mechones despedidos y borboteaban mis palabras entre las cuales se encontraban: Benjamin Biolay, Antonioni, café y Fin de Año.

(Suenan “The Drums” a todo volumen)

- Es la primera que vienes ¿no?
- Sí.

Mantuve los ojos cerrados el resto de tiempo. Olía muy bien: lavanda o flor de la pasión.

Entró en el cuadro una señora pelirroja con el pelo muy rizado y en ese momento sentí que dejaba de ser el protagonista. Perdita la atendió en recepción pero el peluquero no paró de cortar y contar, no se da prisa por acabar y pidió a Perdita que le lavase la melena. Me imagino qué le dirá a la señora mientras masajea sus sienes. Quizá estuvieran hablando de mí.

No me había mirado todavía al espejo, puede que estuviese muy guapo o fuese un desastre.

Pienso: podría decirle al peluquero que si me deja bien, cada vez que vaya a cortarme el pelo a su peluquería escribiré un microrrelato, y si ese microrrelato es gracioso, volveré para cortar, teñir y escribir.

Por fin la prueba, erguí el cuello y al enfrentarme a mis propios ojos, dije: me gusta mucho, gracias.

Leche


Mantén el vaso de leche a juego con tus
calzoncillos,

agárralo antorcha y camina hacia mi
ardiendo.

Cuidado no tropieces con los cables,

existe ya una Vía Láctea en el cielo.