Escarabajo

Vienes haces eses hacia mí,
negra bola tornasolada crujiente de sal.

Yo no abriría la boca si fuese una escultura,
porque quieto me río de tus torpes movimientos
de dirección dudosa.

Quizás huela mal.
Pero,

estamos en la misma barca de vela sombrilla,
rayada sobre arena microcosmos en la playa,
avanzando con remos hecho de extremidades.
E inevitablemente,

vuelas bajo haces eses hacia mí,
cosquilleas mi dedo gordo, te dejo ir
dibujo egipcio, súbdita pisada,
por los caminos de mi piel caliente
de venas y guaridas.

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