Valmiera

Todos los centros comercials son iguales. La diferencia es que en Valmiera, Igor, espera a la salida para pedir cigarros. La luz no la proyecta el sol, lo hace la nieve, las caras, los tejados. Las iglesias luteranas insinuantes, reprimidas carnes bajo, pieles mutantes quizás sintéticas. Un pequeño bosque de robles a un lado, un pequeño bosque de abetos al otro. El cielo cóncavo. Fotogramas super no-velados. Siento la presencia de lobos y a lo lejos veo un claro de llamas. Me dirigo hacia él.

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