Ayer fue el concierto en el Santiago Bernabéu de Manuel Carrasco. Nunca he dormido mejor. Entre que todo el mundo ha salido en masa de vacaciones a las costas como lemmings, hace un poco de frío por la noche y mi desconocimiento absoluto de sus canciones, estuve ausente, y mucho más durante la fase REM. Sólo, simplemente, una unidad de fan, perturbó mi sueño durante un segundo, al gritar un "Manuel", que sentí tan vívido como un corte de cutter en la yema de un dedo. Abrí uno de los ojos pensando en subir la persiana y aprovechar para tomar el aire. Pero desistí, porque iría al baño, me miraría al espejo, diría tres veces "Manuel Carrasco" y se me aparecería. Además cansados y eufóricos los dos. Él me parece guapísimo. Es como aquellas representaciones de Jesucristo de los calendarios. Un Cristo rubio y de ojos claros que embelesan a algunas señoras. Cuando todo apunta que era más bien moreno y de nariz chata. Decidí ir al baño pero antes me santigüé por si acaso. Hace tiempo que dejé de creer en Jesucristo y vi un poco de pasada Operación Triunfo 2. No ocurrió nada. Pero coincidió que llevaba puesta esa noche una camiseta blanca de tirantes Abanderado. Apagué la luz y me puse mi antifaz para los ojos que noté un poco áspero y cada vez más ancho, volviéndose de rafia, como si fuera una bandana. Me encanta la joyería, pero para dormir me es impensable. En el cuello algo me ahogaba: lo toqué con mis dedos (el tacto es mi sentido favorito) y reparé que llevaba puesto un choker de cuentas con la bandera de Jamaica. Esos mismos dedos parecían explotar por la presión de anillos de plata. No era algo bueno, pero me relajó que mis dientes no fueran tan perfectos al tocarlos. Había ocurrido de nuevo. Me estaba transformando en Manuel Carrasco. Me esforcé en olvidar la situación e intentar dormir. Soñé que estaba en Caños de Meca, a pesar de no haber estado nunca y que María Magdalena se acercaba a mí en el chiringuito a comerse conmigo unos chopitos. Me levanté hundido en un charco de sudor y sal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario